Quedan para el Martes Santo

miércoles, 31 de marzo de 2010

Increible Martes Santo, Enhorabuena Hermanos

Lo de ayer es difícilmente explicable, fue un día especial desde el principio de la mañana. Sabíamos que íbamos a salir, aunque no perdíamos de vista el cielo cuando notábamos que el brillo del sol cesaba.

Todos teníamos los nervios típicos del Martes Santo, saludábamos a a los hermanos que solo vemos cada Martes Santo, queríamos entrar ya a la iglesia para ver a Nuestros Titulares, conocer el trabajo que el capataz nos había dado, escuchar esa maravillosa misa que solo los Hermanos de la Santa Faz tenemos el privilegio de escuchar y como no, escuchar ese Himno Nacional que anuncie que por fin, otro año más, estamos en la calle. Y así fue.

Un año más, que pasará al recuerdo de todos los Hermanos y cordobeses que disfrutaron con el trascurrir de nuestra joven y cada vez más grande Hermandad por el paso de las calles de Córdoba.

Hasta el próximo año, y espero veros como siempre por los actos de la Hermandad y el Sábado en el desmontaje.


A continuación os dejo la crónica realizada por el diario córdoba

Segunda hermandad que hace estación de penitencia desde la Parroquia de San Juan y Todos los Santos (Trinidad). Sus titulares colmaron plenamente los deseos de todos aquellos que siguieron su itinerario desde su salida hasta que se recogieron cerca de la media noche del Martes Santo.

Siendo una de las cofradías más jóvenes de nuestra Semana Santa (es también la última en incorporarse al Martes Santo), recordemos que no llegan a la treintena desde que comenzaron, y ya tienen un hueco en el corazón de los cordobeses. Escasas son las horas que están en la calle, por eso es una de las hermandades que primero buscamos en el librito de Semana Santa para comenzar nuestro vía crucis cofrade diario.

Gusta esta hermandad de chicotás largas y de rebirás lentas, como pudimos ver ayer nada más salir de la calle Diario Córdoba y enfilar la carrera oficial hasta llegar a las puertas de su sede. Cómo incitaban a las bandas para que las tandas fuesen infinitas (como ya nos tienen acostumbrados), y ese sabor dulce que nos dejaron las saetas que florecieron a su paso (María del Mar Martos, saetera donde las haya, acuchilló nuestros corazones a la entrada de la plaza de la Trinidad con su quejío angelical) y qué decir de esa petalada a la Virgen de la Trinidad, en San Felipe.

Tengo que hacer mención este 2010 a la Cuesta Luján y al paso de Cristo, dicen que los pasos andan, caminan... craso error. La Santa Faz corta el aire, pulen las calles, tiene el Nazareno, unas trabajaderas anónimas, que gustan de parar el tiempo, y tienen sus ojos en Rafael Soto.